Ayer, "Rawer", la secuela del muy controversial documental holandés, "Raw", fue lanzado en Holanda y de inmediato se desató un gran debate por toda la red, hasta el punto de que el hashtag #rauwer se convirtió en Trending Topic a nivel mundial en Twitter en sólo cuestión de horas, y por supuesto, decidí dar mi opinión y aportar mi granito de arena en el tema.
Debo empezar diciendo que no soy vegetariano, pero, yo evito la carne en mi dieta lo más posible, ya que comprendo el valor de comer verduras, y en ese sentido, puedo entender un poco la premisa del documental: una madre va a la corte porque la acusan de maltrato infantil por alimentar a su hijo de 15 años nada más que alimentos crudos desde que tenía 5 años. Su argumento es que los alimentos cocidos no son saludables y los compara con fumar cigarrillos e inyectarse heroína. El Servicio de Protección al Menor alega que el crecimiento de su hijo y de su estado general de salud es idéntico al de un niño desnutrido en Etiopía, por lo que el debate principal en cuestión es hasta qué punto una madre puede decidir sobre los hábitos alimenticios de su hijo y cuánto la sociedad en general debe inmiscuirse en el caso.
Como he dicho antes, puedo entender el valor de comer verduras crudas y de ser vegetariano en general: cuando yo no como productos procesados y me alimento sólo de verduras durante el día, me siento con más energía, mi cerebro tiene más claridad y me siento bien en todo aspecto, lo cual no es el caso cuando ocasionalmente cocino mis alimentos. Probablemente no hay mucha discusión en que comer frutas y verduras es sano, y veo el punto de la mamá en su deseo de alimentar a su hijo sólo con eso.
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